dimecres, 14 de maig del 2008

Entre la sombra y la luz

Cabizbajos y como individualizados por el desinterés ajeno, circulan lentos con aire de no saber lo que les ocurre y sin dar muestras de importarles lo que les rodea, mientras buscan desesperadamente algo que no alcanzan a saber qué es.

A pesar de todo continúa caminando, como si el hecho de vagar sin rumbo fuera su única razón de ser.

- Yo puedo comunicarme – le dicen.
- ¿Quién eres?

Le tiene delante. No es como ella. Comprende que se trata de un ser distinto. Alguien muy afable que no alcanza a definir con exactitud, pero que existe, que se instala a su lado mientras de un modo inexplicable despide una energía agradable que le invita a intimar con él.

- Soy tu compañero. Estoy a tu lado desde que naciste.
- ¡No es posible, nunca te he visto hasta ahora!
- Esa no es una razón para descartarme. No todo lo visible es real, ni todo lo real es visible.


M. Salisachs